domingo, 16 de diciembre de 2007

Fútbol, Asado y Vino



Hace ya algún tiempo se oían rumores en los pasillos de la institución morada. Los días pasaban y los integrantes del plantel ya comenzaban a impacientarse de tanta quietud en el ambiente. El campeonato de clausura ya es pasado, el trago amargo ya fue digerido, y el plantel ya se encontraba listo para volver a celebrar. Entonces los rumores se hicieron ciertos. Se materializó el día 15 de diciembre un evento del tipo "asado" para conmemorar el cierre de un año lleno de fútbol, fiestas y buenos momentos.

El lugar escogido esta vez fue la sede de Blue Panther, quien amablemente puso a disposición de La Vino Tinto sus instalaciones para celebrar como Dios manda. El primer asado del día comenzó a eso de las 4 de la tarde con los primeros aventurados que se hicieron parte de la celebración. Con carne de verdad, mucha cerveza, piscina y alguna que otra piscola diurna, se comenzó a teñir de morado la tarde santiaguina. De fondo y colgada a un árbol, adornaba esta postal nuestra infaltable bandera tinta, que bailaba al compás del viento, y que lleva grabado el escudo de nuestra institución para acompañarnos en cuanto evento se presente. Y así transcurrió el día, y cayó la noche. Desde luego, parte de la numerosa y distinguida hinchada del equipo se hizo presente en el evento. Las piscolas comenzaron a sucederse unas a otras, cada vez con más asiduidad, y de un momento a otro ya estábamos disfrutando de un segundo asado. El resto es historia: el desorden no se hizo esperar y tanto el plantel, como cuerpo técnico e hinchada emprendieron rumbo audaz hacia nuevos lugares para continuar celebrando el cierre de un muy buen año, que fue testigo del surgimiento de una institución que seguramente ya tiene un lugar guardado en nuestros corazones.

Pese a que esta vez no pudo asistir la totalidad de los integrantes de La Vino Tinto por motivos diversos, este evento representa igualmente el cierre de un período del cual todos fuimos parte. Por lo mismo, la ausencia fue sólo aparente, pues cada uno ha estado presente en el surgimiento de esta institución y ha aportado con su grano de arena para engrandecer el nombre del equipo. Esperamos entonces seguir creciendo como equipo y continuar en la misma senda. Ya demostramos lo grande que somos y que los resultados pueden sernos favorables jugando como amigos. Ahora es tarea nuestra mantener viva la filosofía del club y no olvidar las bases en los que fue fundado. Los resultados deportivos –aunque importantes– no han de ser necesariamente los fines que justifiquen la existencia de La Vino Tinto. Los asados, quizás sí.

lunes, 3 de diciembre de 2007

El Cielo Puede Esperar


Del cielo al infierno en tan sólo 25 minutos. Eso fue lo que sucedió el domingo en cuartos de final. Ello porque un catastrófico segundo tiempo nos arrebató un sueño que fue alimentado durante todo el semestre, fecha tras fecha, partido tras partido, triunfo tras triunfo. Cuando no existen razones, ni argumentos, ni explicaciones para intentar exponer lo que sucedió en la cancha, se acude al viejo y conformista refrán futbolero que reza: “así es el fútbol”. Y así sucedió no más. Y qué le vamos a hacer. Tras un brillante primer tiempo, La Vino Tinto literalmente arrolló al rival con un impecable juego, permitiéndonos ir al descanso con un muy cómodo 4-0 a favor. Inexplicablemente, todo lo bueno de un golpe pasó a ser malo, y pésimo. 8 goles del rival en 25 minutos sepultaron las aspiraciones de La Vino Tinto, carente de toda reacción futbolística y anímicamente desplomada. Para las anécdotas, el resultado final: La Vino Tinto 4, Los XL 8. Se materializó una de las derrotas más penosas en la joven historia de la institución. Eliminados en cuartos de final, por segundo campeonato consecutivo, y nuevamente tras culminar en el primer lugar de la tabla general. Nada más que agregar.

Pero eso ya es historia. Y seguimos vivos. Pese a que esta eliminación nos deja un gusto amargo, no se puede desconocer que la campaña de La Vino Tinto durante el semestre (y el año, en general) fue brillante. Sumando y restando, los aspectos positivos a rescatar son infinitos en comparación con aquellos negativos. Somos un equipo nuevo, recién formado, y de amigos, que jugó en el año 24 partidos, de los cuales se ganaron 18, se empataron 3, y sólo se perdieron 3. Son números majestuososn que nos deben enorgullecer. Pero los números no lo son todo. Es momento de mirar un poco atrás y rememorar cuáles son las bases en que se fundó esta institución. Los números son sólo un reflejo de que las cosas a nivel institucional se han hecho bien, y que la base de amistad con la que se funda esta institución ha sido y seguirá siendo la columna vertebral de La Vino Tinto. De hecho, es probable que la eliminación haya sido el cable a tierra necesario para bajarnos de la nube en la que nos encontrábamos. Alguna vez nos debía tocar bailar con la fea, para efectos de volver el otro año con más ganas de ganar y con un sano ánimo de revancha: No sólo de triunfos se vive en fútbol. El cielo puede esperar, muchachos.

Se cierra entonces una temporada tremenda, plagada de triunfos, tanto fuera como dentro de la cancha. Evidentemente hubiésemos deseado culminarla de mejor manera en los playoffs, pero no debemos por ello desconocer que durante el año se hicieron las cosas muy bien, y dejamos el nombre de La Vino Tinto grabado en la liga de Iván como uno de los Grandes y más respetados equipos del año. Con la hinchada más fiel del campeonato, con lienzos y banderas que tiñeron de morado la cancha de turno, y con un equipo que siempre dio espectáculo en el reducto, por la notable calidad técnica y humana de todos quienes son parte de esta gran familia tinta.

La historia entonces no termina aquí. De hecho, puede que esto recién comience. Por lo pronto, tanto jugadores, como cuerpo técnico, directiva e hinchada se alistan para disfrutar de unas merecidas y “regadas” vacaciones, para volver en marzo con nuevos proyectos e ideas, con las pilas recargadas y con ganas de cosechar más y mejores triunfos para engrandecer aún más el espíritu Vino Tinto. Las tradicionales Juntas Sociales volverán, y Santiago volverá a teñirse de morado los jueves por la noche.

Felices vacaciones a todos. Hasta marzo. ¡Salud!

¡¡¡¡¡SOMOS LA VINO TINTO!!!!!!