martes, 22 de julio de 2008

Terremoto en el Litoral

El Torneo de Apertura ya es pasado. En un disputado encuentro válido por el tercer lugar, la Vino Tinto nada pudo hacer ante un rival que supo manejar mejor la ansiedad y aguantar criteriosamente los ataques tintos cuando nuestro equipo jugaba con uno más. Así las cosas, La Vino Tinto se quedó con el Cuarto lugar del Campeonato de Apertura, pero sabiendo que bien pudo ganarse la Liga, con un poco más de fortuna. Con más fuerzas volveremos a la carga el próximo semestre.

Pero como La Vino Tinto vive de fiestas, celebraciones y escándalos, ni bien el referee había pitado el final del partido, y ya se dejaba sentir en el ambiente cierta inquietud y ansiedad que no hacía más que anticipar lo que vendría. Como equipo serio que somos, la pretemporada para afrontar de la mejor manera el Clausura era un deber insoslayable, y Dios quiso que dicha pretemporada coincidiera con el cumpleaños del Profe. La mesa ya estaba servida; otra memorable aventura tinta se escribiría para engrosar la ya nutrida historia institucional del club. Algarrobo sería nuevamente la sede para estudiar el porvenir del equipo, mejorar las debilidades, las nuevas incorporaciones, los viejos estandartes, tácticas y prácticas, movimientos zonales y particulares, rotaciones y equilibrio; en fin, un cuadernillo repleto de apuntes para el acabado estudio de la actualidad y el futuro de nuestro juego.

Pamplinas. El cuadernillo se perdió a la altura del primer peaje, y pasado el segundo túnel el tema excluyente pasó a ser la cantidad de completos que nos comeríamos cada uno, o si partíamos con el ron, o con el pisco. De futbol, casi nada más, salvo un amistoso jugado en una cancha de tenis. Y fue esa la dinámica de esta reunión tinta en el Litorial Central. Discutir sobre la importancia del mar en la navegación, la vida extraterrestre, la ansiedad de algunos, el problema con el trago de otros, y el infaltable chaqueteo. Chaqueteo y más chaqueteo. Grandes figuras del equipo se hicieron presente en las dependencias algarrobinas, y casi sin danos cuenta, el escándalo y el desorden se apoderó de cada rincón del departamento 42. Los vecinos, indignados. El conserje, muchas gracias. Zamorano, conflictivo. Silberstein, escandaloso, y Bianchini, el peor. Cámbara, siempre prudente. Morales y su piscola, los Watt regalando abrazos y Ríos sacando a pasear su tabla de Surf (¿En qué estaba pensando?).

La pretemporada se cataloga entonces como un rotundo éxito. No se habló mucho de futbol, pero se recargaron las pilas y las ganas para volver a la carga el segundo semestre con todo. La Vino Tinto sigue más viva que nunca, y con el ánimo por las nubes.


SOMOS LA VINO TINTO

martes, 15 de julio de 2008

¡¡¡A la carga La Vino Tinto!!!

Ha culminado un semestre lleno de emociones para nuestra Tinta Institución. Una vez más hemos terminado como punteros de la fase regular en nuestro grupo, sin dudas un motivo de orgullo para todos. En playoffs superamos nuestra maldición de los Cuartos de Final, y de nos ser por la mala fortuna (y el lamentable desempeño de un árbitro) que tuvimos en ese épico partido contra Pitusa en Semifinales, casi alcanzamos por vez primera una Final.

Una campaña más que positiva en cuanto a resultados. Además esta temporada se incorporaron al equipo Ignacio Jiménez, Ignacio Awad y Leslie Watt,3 jugadores de tremendo nivel que han sido y seguirán siendo un tremendo aporte para nosotros. Por su parte hemos recibido alegres noticias,como el retorno del Sr. Ríos y el próximo retorno del Sr. Carrillo. Como si fuera poco ya tenemos el primer matrimonio del equipo. Nuestro distinguido “Quijote” Keith Watt ha tomado la noble decisión de contraer nupcias, lo que sin duda será motivo de múltiples borracheras para las huestes Tintas.

Como siempre los mal portados de Jose Luis Peña, El Profe y DZ (el trío del terror) siguen haciendo de las suyas (tanto dentro como fuera de las canchas). La noche y los excesos no estuvieron exentos en este primer semestre del año 2008, y por sobretodo es preciso rescatar que este equipo, con triunfos y derrotas a su merced, sigue creciendo en amistad, compañerismo y mística (que es lo más importante en un equipo de amigos).

Pero la fiesta no ha terminado…no señores. Este día Viernes 18 de Julio comienza la pretemporada (vaya Pala que nos vamos a dar) en la sede de nuestro ebrio DT, en la apacible localidad de Algarrobo. Ahí podremos conversar un poco mas de lo que fue este semestre, de las expectativas para la próxima temporada (en que la Vino Tinto va por el Titulo) y por supuesto, brindar una y otra vez por nuestros morados colores. No olvidemos además que este viaje es con motivo de celebrarle el cumple al Profe, por lo que se solicita a todos aquellos que asistan lo hagan con la completa disposición de llegar enfermos de vuelta a Santiago.

La historia de La Vino Tinto recién comienza. Hemos realizado tremendas campañas a lo largo de nuestra historia, los títulos ya llegarán, pero lo más importante somos nosotros, la familia Tinta, que sigue creciendo y cada vez se identifica más con nuestros colores.

A la carga La Vino Tinto! Que este fin de Campeonato sirva como una motivación para todos, juntemos ganas y fuerzas para llegar más alto, que los lesionados se recuperen con tranquilidad, que lleguen los que faltan y que nunca se acabe el Vino.

En Agosto empieza el Clausura…ahí estaremos de nuevo, con las mismas guatas que dan vergüenza, pero con la misma actitud que hace a La Vino Tinto el equipo mas emblemático de los últimos tiempos.

SOMOS LA VINO TINTO!

domingo, 6 de julio de 2008

Sin reproches

(Difícil. Difícil. Sentir que se es feliz en un equipo así. Perder un partidazo. ¿Retratar el dolor? ¿O hablar del mundo de sensaciones que te embarga cuando defiendes esta camiseta (hinchas, jugadores)? El problema es que se me pasan por la cabeza las jugadas del partido una y otra vez, y así cuesta dormir. Cuando se pierde así, en algún lugarcito del análisis uno siente pasar una ráfaga con olor a victoria (si es pequeña o grande depende de los objetivos que se impusoel grupo). Sin embargo, no jugaremos la final. Chocan las emociones, te traiciona el espíritu competitivo. "Qué pasaba si en esa jugada...", "Si hubiera jugado el...". Lo cierto es que no podemos reprocharnos nada. Nada. Mirar para adelante (frente alta de por medio) y mejorar. Hoy se puede hablar de la mala suerte con la que enfrentanos playoffs. Se puede hablar de que un árbitro te perjudicó. De que esperaste mucho al equipo rival (situaciones de cada partido). Hoy vamos a hablar de nosotros. De lo nuestro: mística, corazón, camiseta, historia, cariño, joda, noche, fútbol y vino. Porque eso somos (cambiar sería suicida). Y sin reproches.)

Entonces vamos...

La charla y el tiro por la culata
Siempre con la nuestra. Fiel al estilo: "aguantamos atrás y cuando estemos bien parados nos ponemos en ventaja", así juega este equipo, confundiendo la cabeza del rival. A desesperarlos.
El árbitro pitó el comienzo y La Vino Tinto no encontraba la pelota. Algo dormidos, pero no entregados. Tranquilos. El problema fueron los tres goles en diez minutos. Algunos errores, un par de rebotes desafortunados y a remar para adelante. No había otra posibilidad. La cancha entera era para Pitusa. No nos encontrábamos, no jugabamos largo a nuestro hombre en punta. Tomaban bien el medio y nos costaba hilar jugadas. Vino el cuerto en contra y la cabeza parecía estallar. Impotencia. Porque pretendíamos un primer tiempo apretado para poder desequilibrar al final. Los planes se desvanecieron y era imperioso cambiar, drásticamente.

Una lección de amor
Aquí es donde el guión de esta obra se fue al tacho de la basura. Por iniciativa propia ¿eh?. Ahora era matar o morir, la frase esa no era mentira. La Vino Tinto salió a buscar el partido. A presionar y meter. Descuidabamos el fondo porque la tarea era o perder por veinte o darlo vuelta. Y nos salió la gracia. Pachorra y huevo. Caño y plancha. Machacar y machacar. La fórmula dio resultado. Metíamos uno y sacábamos uno de nuestro arco en la línea. Llegó el empate y no por eso la conformidad. Se escribía así una historia de combate. Era el cariño por esta institución la que empataba el partido. No hay nombres. Faltaban por jugar tres minutos del segundo tiempo y se vino la furia. La Vino Tinto cantaba. Lo gritaba. El que se ponía a llorar jamás pasaría por maricón. Era una hazaña. 5-4 arriba.

Pero, pero...
La mesa no estaba servida. Esa última jugada (cómo pesa), sí, en esa última jugada llegó el chaparrón. Empate y tiempo extra. Se jugaba la vida. Gol y gol de cada lado. De no creer. Cada minuto que transcurría, dentro de la cancha aumentaba la presión, afuera cada vez había más gente. Y con ella llegó lo peor. La Vino Tinto se queda con un jugador menos y eso en un alargue, donde el físico pesa, pesa. Se acababa el vino (del partido, no de la historia). Pagamos caro, entonces, ese uno menos porque no nos supimos sobreponer. Y era complicado. Relatar las consecuencias está demás, no de pecho frío ni mal perdedor, sino porque ese espacio merece ser rellenado (a modo de simbolismo) por la hazaña que estuvo a un segundo de pasar a transformárnos en semidioses.

El placer de ser un vinotinto
No está demás, para nadie, saber que en el overall de las tres temporadas que ha jugado el equipo, suma una cantidad de 37 partidos con tres empates y cuatro derrotas, lo que le deja un total de 30 partidos ganados. Sin embargo, no es eso lo que a un tinto lo llena de placer.
Ganar es motivante, pero más aún es simplemente identificarse con el club, vestir su camiseta. Es por dicha situación que somos capaces de remontar partidos como esta semifinal. Es el corazón el que uno pone antes que el pie toque la pelota o la canilla del rival. Y no sólo los que juegan lo sienten así ¿o creen que este partido no lo sacó adelante los que estaban gritándolo (no viéndolo) de afuera? Me atrevo a afirmar que cambió vía ese motivo. Y eso es una radiografía de este equipo. Cómo nos importa, eso es lo que a uno lo gratifica. Nos interesa por lo que hemos contruido. La amistad, el chacoteo y el chaqueteo. Esa fórmula da como resultado la pasión.
Los equipos pasan en este nivel de competencia. Cuántos uno ha integrado. Juega y chau. Señores, esto es distinto. Cada uno tendrá sus definiciones en la cabeza, lo lindo es que no necesita decirlo porque por osmosis tu compañero te está interpretando. Hay cosas por arreglar y definir a futuro, pero esto no debe acabar, sería autoinmolarse. La historia debe seguir. Sin reproches.

(La otra semifinal, en otro partidazo, Puerto Ordazo le ganó a Al Seko quienes serán nuestros rivales por el tercer y cuarto lugar. Ordazo terminó con tres jugadores en cancha en el segundo tiempo de extra-time. Con bajas importantes, ahora Pitusa tiene todo para campeonar (qué impotencia). Nosotros también, porque nos vamos a despedir de esta temporada de la mejor manera. Ganando un clásico)