La hora de la verdad

Campeonato de Clausura, 9ª fecha:
La Vino Tinto: 8
Ballarta FC: 5


Cuando se gana sin jugar bien, sin gustar al público, es cuando estamos en presencia de un equipo grande. ¿Por qué? Porque aparece el peso de un conjunto con experiencia. Capaz de calmar al rival que se viene con todo a nuestro arco. Apto para marcar goles en minutos y situaciones adversas. Enfría partidos y controla al árbitro. Todo eso pasó ayer.

La Vino Tinto venía aquejada de bajas dentro y fuera de la cancha. Los de afuera porque no estaban y los de adentro porque muchos llegaron bien carreteados. Sin mucho esfuerzo, en el primer tiempo se establecieron las diferencias. A veces displicente, a veces imprecisos. Otra Vino Tinto... desconocida. Muy probablemente por eso nos inquietamos.
Nos autopresionabamos y faltaba reacción por lo dormidos que entramos a la cancha. Y eso es como un hoyo negro: difícil salir de él.

Mucho se puede analizar. Quizás poco. Esta ambigüedad radica en que jugamos mal, nos comunicamos mal, se jugó con un Paveluco enfermo, un Loro Silberstein que vomitaba antes del pitazo inicial, un equipo carreteado. Es decir: poco concentrados.
Nos avala el resultado: se ganó por una diferencia de tres goles. Sin embargo, el partido de ayer se jugó pensando en lo que viene y si establecemos éste como el parámetro, es inquietante. Todos los fines de semana son distintos y este fue malo. La Vino Tinto espera que sea el peor. Con esa convicción todo cambia y salen a relucir el brillo que como institución nos identifica. Por eso es difícil el análisis. Hoy se cierra una puerta que es la del partido que acaba de terminar. De ahora en más el equipo debe asumir su rol de protagonista. Asumir que estamos peleando por el campeonato. Asumir que es un equipo y nos debemos el uno al otro, que si uno falla todos fallamos. Todo esto requiere compromiso y seriedad (una seriedad para poder sonreir y pasarlo bien, se entiende). Restan tres partidos. El primero es la fecha pendiente contra Al Seko (sábado a las 20:00), partido que sirve para medirnos como andamos. El domingo contra Perrovaca, quipo en el que juegan grandes conocidos de compañeros de La Vino Tinto y nos van a querer ganar cueste lo que cueste. El último partido es contra el talentoso Ferroviarios que marcha 5to y se juegan cosas más importantes que nosotros. Se ve que son partidos importantes y necesitaremos toda la energía de cada uno de nosotros que integra esta verdadera academia. Debemos sentirnos todos protagonistas para poder asumir el rol que nos corresponde. Ojalá se crean todos reyes porque así el deber es el mayor. Metámonos de lleno en la última parte del campeonato. Creámonos el cuento. Recuerden que forman parte de este insigne club, y que somos el único equipo del campeonato sin derrotas.