Érase una vez

La Vino Tinto 5
Xeneizes 2

Había olor a caña ¿o era yo?
A veces soy subjetivo, pero creo que esta vez la situación era así: todos se habían portado pésimo. Las caritas, las ojeras, el lento movimiento de piernas o nula movilidad. Y el olor.
“Se ganó a lo Vino Tinto”, podría ser una expresión digna de patentar. Ya parece un cuento de cabecera. Típico, releído y con el mismo formato.
Entramos a la cancha y las heridas que arrastrábamos desde la medianoche nos pasaron la cuenta. 0-1 y no se sabía dónde encontrar la fuerza para reaccionar y cambiar la suerte del partido. Pero señores, esto es La Vino Tinto. Huevo hubo que poner. Huevo pusimos. Nos fuimos arriba con todo lo que teníamos. Cada uno aportaba. No alcanzaron a aparecer esos fantasmas que dicen que este equipo se desmoraliza. Anímicamente, fuimos una eminencia. Estructuramos el empate y acto seguido la pepita del triunfo parcial.
Hubo que luchar, tirarse al suelo, quemarse las rodillas. Después de ese gol que nos permitía controlar mejor, como nos gusta, el equipo se despabiló. Nos paramos bien atrás y arriba liquidábamos. Todo el plantel sumó minutos y por ratos demostramos muy buen fútbol. Faltó orden y físico (siempre, pero esta vez más que nunca). Pero hoy no se le puede reprochar nada a La Vino Tinto. Jugadores de calidad, sacrificados, talentosos, habilidosos, corajudos, decisivos. Tenemos variedad y todos aportan.
Para la estadística: gol de Angelo el primero, Panter hizo el importantísimo segundo y tripleta del Gordito Uri para dejar todo terminado en un 5-2. Hasta nuestros resultados se parecen el uno a otro. Como un cuento repetido, ya lo decía.
El partido no da para un análisis más profundo. Sólo tener presente que con este resultado nos alejamos con los equipos de avanzada. Habría que ser muy descuidado para que el conjunto que marcha quinto nos alcanzara. De ahora en más, resta afinar los detalles y seguir dominando a los rivales.
Se baja el telón y se apaga la luz (literalmente). Cuidado con esto último que me pongo fresco (con el apagón todos se enloquecen). Arrrrráncate que te pillo. Aunque si me vas a venir con ese olor acañado, mejor corro para otro lado. ¡A cuidarse muchachos… del agua!

PD: desde la editorial me mandaron la próxima portada de la revista para ver qué opinábamos. Les dije que nos gustó y ahora están pensando hacer una parecida con uno de nuestros emblemas. Les propuse a Peña con una bandera y una pelota tapando sus miembros reproductores. Les pareció buena idea y altamente vendible en los kioscos.